Testimonio de Jesús Herrero
En 1999 tuve que acudir (como desde hace más de 30 años) a la consulta del Dr. Julio Galván para que me solucionara un infame dolor de muelas. No hubo otro remedio que extraer aquella pieza y colocar un implante. Recuerdo que a los 15 días de aquello, el Dr. Galván ya me dio permiso para ir a Ávila a comer un chuletón. Todo perfecto. 16 años después, aquel implante perfectamente colocado tuvo que vérselas con una piedra que se había camuflado en unas lentejas ecológicas. El implante no resistió ese envite de mi mandíbula contra la piedra y otra vez tuve que recurrir al buen hacer del equipo del Dr. Galván. Visto y no visto. Quitar y poner. Julio lo hizo con la sencillez y la precisión de relojero suizo. Cuando me quise dar cuenta, ya tenía otro implante nuevo más fuerte incrustado en mi mandíbula. Vi mi radiografía en 3D en esa pantalla de la consulta de 48 pulgadas y no lo dudé: yo con esto tengo que hacer una cerveza –pensé-. Una cerveza fuerte.
Después de más de 5 años con la marca La Loca Juana en el mercado, el año pasado lanzamos la línea de cervezas La Macarra, cervezas más fuertes para los cerveceros que quieren un poco más. Teníamos madurando en botella una cerveza de estilo Barley Wine, (vino de cebada) de 9º con un lúpulo americano de la variedad cascade. Era la receta perfecta para esta etiqueta. Es muy habitual en la iconografía de las etiquetas de las cervezas incluir calaveras dibujadas en todo tipo de actitudes, pero ésta es la primera que lleva una calavera real, la calavera del cervecero.
Gracias a todo el equipo de Clínica Galván Recoletos Cuatro por vuestra atención de más de 30 años y por darme tanta inspiración cervecera. ¡Salud!
Más testimonios de nuestros pacientes
Nuestro objetivo,
tu sonrisa
Ven a visitarnos y valoraremos tus necesidades.
Comienza el cambio.