Periodoncia y diabetes: más relacionadas de lo que imaginas

La interconexión entre la salud bucal y la salud general es un aspecto que a menudo pasa desapercibido. La estrecha relación entre la periodoncia y la diabetes es un ejemplo de cómo los procesos inflamatorios bucales pueden influir significativamente en la salud general y viceversa.

Esta relación revela una sinergia crucial entre la estomatología y la medicina que impacta directamente en el bienestar integral de los pacientes.

¿Qué es la diabetes? ¿Cómo influye en la salud bucodental?

La diabetes es una enfermedad crónica e irreversible del metabolismo en la que los niveles de glucosa (azúcar) de la sangre están muy altos. El motivo principal es la disminución de la secreción de insulina, que es la hormona encargada de que la glucosa entre a las células para suministrarles energía.

La diabetes puede llegar a afectar la salud bucal del paciente y está muy relacionada con ella, especialmente con la salud de las encías y los tejidos que soportan a los dientes.

La deficiencia de insulina conduce a un aumento de la concentración de azúcar en la sangre y, en consecuencia, en la saliva. Esta situación favorece la proliferación de bacterias y la formación de placa bacteriana, lo que aumenta el riesgo de desarrollar caries y enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Se ha demostrado que las personas con diabetes son más susceptibles a estas afecciones bucales, y a su vez, las enfermedades periodontales pueden dificultar el control de la diabetes, al ocasionar un incremento de la tasa de mediadores de la inflamación en sangre.

Por tanto, la detección precoz y el manejo adecuado de la diabetes son fundamentales para mantener la salud bucal en óptimas condiciones. Es común que muchos pacientes desconozcan su condición diabética y sufran problemas periodontales sin identificar la causa subyacente. Por ello, las visitas regulares al dentista son esenciales para la detección temprana y el tratamiento adecuado de estas afecciones.

Asimismo, otro problema de salud oral potenciado por la diabetes es la llamada xerostomía o síndrome de la boca seca. Esta afección se da cuando no se produce suficiente saliva y conlleva problemas de masticación, deglución o fonación. Esta condición, favorece la adhesión de la placa bacteriana y el deterioro dental y gingival, por lo que requiere una atención especial para mantener la boca hidratada y prevenir complicaciones adicionales.

En el pasado, el Dr. Galván, fundador y director de Clínica Galván, ha abordado la relación entre la diabetes y la salud oral en jornadas de formación e información, como las organizadas por la Asociación de Diabetes de Valladolid (ADIVA)

En la actualidad, Clínica Galván ha renovado el acuerdo con ADIVA y las asociaciones de Personas con diabetes de Castilla y León, para  la revisión de su estado de salud bucal de forma gratuita y facilitar la realización de pruebas diagnosticas y el tratamiento de las alteraciones que puedan detectarse en condiciones ventajosas para los asociados.

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Consejos de salud dental para diabéticos

Para que la persona diabética mantenga una boca sana, desde nuestra clínica dental en Valladolid, recomendamos que siga estos consejos:

  • Mantener una rigurosa higiene bucodental, cepillándose los dientes al menos tres veces al día con un cepillo suave y pasta dental con flúor. Efectuando también la higiene de los espacios interdentales al menos una vez al día.
  • Hidratarse constantemente para evitar la xerostomía y la sensación de sequedad bucal, con tragos pequeños pero frecuentes.
  • Eliminar el consumo de tabaco. Para los diabéticos el hábito de fumar tiene peores consecuencias que para el resto de personas, además, también empeora la enfermedad de las encías.
  • Realizar ejercicio físico diario como parte de un estilo de vida saludable.
  • Visitar periódicamente al dentista para prevenir y controlar la aparición de enfermedades como la gingivitis o la periodontitis.
  • Adoptar una alimentación equilibrada, dirigida a mantener un peso saludable y controlar los niveles de glucosa en sangre, reduciendo así el riesgo de complicaciones cardiovasculares asociadas con la diabetes.
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